domingo, 1 de abril de 2012

Abril

















Este año ha tardado mucho en florecer mi cerezo. Como si la primavera, perezosa, no quisiera calentar con sus rayos.
El gato negro que buscó en invierno cobijo bajo la escalera que bordea el árbol, entre cojines y troncos de leña,  hay noches que ya no duerme en su refugio.
Mi perro ha llegado con él a un pacto de no agresión, aunque cuando me ven disimulan: Boby ladra con desgana y con más desgana aún, el gato sale de su escondite para no alejarse demasiado.

Caeran sus hojas blancas y aparecerá el rojo de sus cerezas como una pequeña explosión.
Pero eso será más tarde.
Ahora todo está en calma
Parece que con los primeros rayos de sol todo se templa,
hasta los deseo más íntimos del corazón.


                                                                   April comes she will