viernes, 22 de abril de 2011

LEYES FALSAS

.
.

La ley de protección de datos       (en cada caricia)

La ley de la oferta y la demanda     (en cada beso)

La ley del silencio    (en cada susurro al oido)

La ley del más fuerte     (en cada latido)

La ley de la gravedad     (cuando sueño contigo)
.
.



.

sábado, 2 de abril de 2011

BEATRIZ

.
 












“Coche amarillo, puño cerrado, piensa un deseo, ropa tendida y perro”.



Bea, solía a jugar a eso con sus hermanas, de niñas, cuando iban en el coche de su padre, todas las mañanas rumbo al colegio.

Una sucesión de señales mágicas que tenían el maravilloso poder de conceder ese deseo atrapado en un puño infantil, pequeño, pero fuertemente apretado para no dejarlo escapar, no sin antes ver colgado de cualquier ventana un grupo de sábanas al aire y un perro -daba igual si pequeño o grande, si dama o vagabundo.

Mientras espera en el semáforo detrás de un coche de color amarillo - algo bastante menos habitual que hace años- Beatriz se ha sorprendido a sí misma soltando la mano izquierda del volante y repitiendo ese gesto.
¿El deseo? Ese deseo profundo y antiguo que nunca se cumple. El único deseo que nunca ha dejado de desear.

Y ahora suspira pensando si tendrá la suerte de encontrase en el resto de trayecto hasta casa con algún transgresor de ordenanzas municipales que haya tendido sus sueños atrasados al aire, y que un perro se le cruce en el camino, aunque no le ladre.