martes, 15 de marzo de 2011

AQUELLA FE

Prometiste transformar
mis silencios
en canciones
mis ausencias
en sueños alcalzables
mis temores
en películas de risa.

Lo prometiste
sin que yo te lo pidiera.

Y ahora que conozco
el  valor de tus promesas
añoro la estupidez
de los días de ignorancia
en los que vivía feliz
a un solo paso del abismo
sin siquiera darme cuenta.